La palabra "imaginación" es compleja. En
ocasiones, se refiere a la capacidad de una persona de ser creativa o de pensar
más allá de lo estructurado, por ejemplo, hacer una bella obra de arte. A
veces, designa la capacidad de una persona de evocar imágenes y percepciones a
nivel mental que no pueden observarse en el mundo físico, como por ejemplo,
imaginar el sol en un día nublado. En
cualquier caso, puedes desarrollar la capacidad de estimular tu imaginación.
Método 1 de 4: Darle espacio al cerebro para imaginar
1. Relájate.
No siempre es posible forzar a la mente a
generar ideas imaginativas mediante la disciplina y el entrenamiento. Muchas
veces, es necesario permitir que un problema se desarrolle por un tiempo antes
que surja una gran idea. Es por eso que muchas personas tienen grandes ideas en
la ducha: sus cerebros y cuerpos están tan relajados que sus pensamientos
pueden desarrollarse adecuadamente para producir una gran idea. Recuerda no
forzar tu imaginación. Mejor, relájate de vez en cuando. Para relajarte,
puedes:
darte una ducha; salir a caminar; preparar tu comida
favorita; ejercitarte; meditar.
2. Estimula un estado de "fluidez" en tu mente.
Los científicos han descubierto que las personas muy imaginativas (como los
improvisadores de jazz o los raperos de estilo libre) son capaces de silenciar
su crítico interno para crear nuevos arreglos musicales. Practica apagar tu
“red de atención ejecutiva” (o la parte de tu mente que critica y evalúa tus
acciones) y simplemente déjate crear. Puedes crear tu propio trabajo cuando
estés en la etapa de edición; resiste las ganas de hacerlo durante la fase imaginativa
de tu trabajo. Estas son algunas formas excelentes de alcanzar un estado de
"fluidez":
Programa un cronómetro para que suene a los 20 minutos.
Decídete a crear arte imaginativo durante dicho periodo. Podría tratarse de
hacer música, tejer, escribir o pintar, cualquier medio que uses para expresar
tu imaginación.
Déjate guiar por tus instintos; simplemente crea tu obra de
arte sin cuestionar, eliminar o borrar ninguno de ellos.
Cierra los ojos al momento de escribir de modo que puedas
resistir las ganas de editar tus ideas a medida que avanzas.
Si empiezas a cuestionarte, dite a ti mismo que no puedes
preocuparte por lo que estás creando hasta que hayan transcurrido los 20
minutos.
Una vez que suene el cronómetro, podrás decidir si deseas
continuar haciendo tu obra de arte o si es hora de dar un paso atrás para
evaluar lo que has hecho, editarlo o revisarlo cuando haga falta.
Es más probable que el estado de fluidez ocurra en un campo
que domines, no en uno que recién empieces a conocer. Si estás aprendiendo una
nueva habilidad, necesitas practicar lo básico por un tiempo antes de ser capaz
de alcanzar un estado de "fluidez".
3. Arriésgate.
Tu imaginación no debe optar por lo seguro ni tampoco tú. No
tengas miedo de las críticas o de ser diferente si quieres ser verdaderamente
imaginativo. Rompe unas cuantas reglas, haz lo inesperado y deja de lado las
limitaciones arbitrarias. Tal vez tendrás tu mejor idea yendo más allá de las
fronteras.
Por ejemplo:
Usa colores inesperados. Si pintas un bosque, tal vez
podrías incorporar una mezcla sorprendente de colores además del verde oscuro.
Por ejemplo, si bien el rojo, el amarillo y el morado son colores inesperados,
podrían provocar algo interesante en tu imaginación.
Extiende las reglas de las formas poéticas. Muchas formas
poéticas (como el soneto) tienen reglas respecto a la métrica, el esquema
rítmico o el número de líneas. Aprenderás mucho si respetas estas reglas, pero
también podrías romper algunas de ellas. El resultado puede ser un poema más
poderoso y significativo.
Combina dos géneros musicales para crear algo único.
Experimenta con combinaciones raras e inesperadas de sonidos y géneros para
descubrir lo que te gusta.
Escribe en un género poco popular. A algunas personas les
preocupa que sus historias no sean comerciales. Sin embargo, en vez de escribir
para una audiencia específica, escribe para ti mismo. ¿Qué género te gustaría
leer a TI? Escribe sobre lo que te apasiona, aún si no es muy popular en el
momento.
4. Realiza una actividad divertida.
Las personas se encuentran
en su momento más imaginativo cuando están felices. El aburrimiento, la
depresión, la tristeza y la cólera reprimen la imaginación. Para mantenerte feliz, optimista y animado,
debes hacer pausas de vez en cuando para realizar una actividad divertida. Por
ejemplo, podrías:
escuchar a tu comediante favorito; reunirte con un amigo
para tomar algo; ir a tu café favorito; leer tu poema favorito.
5. Permítete soñar despierto.
Es cierto que la mayoría de las
personas imaginativas tienen la disciplina de aprender a fondo un campo y de
anotar sus ideas. Sin embargo, dejar que tu mente divague es tan importante
como concentrarse a fondo en una tarea. Permítete distraerte de vez en cuando y
deja que tu mente trabaje con toda libertad, aún si debes estar cumpliendo otra
tarea. Dale espacio a tu mente para resolver los problemas por su cuenta.
Soñar despierto es más eficaz cuando involucra imaginar tu
propio futuro exitoso y es menos eficaz cuando piensas en ser criticado,
lastimado o insultado. Trata de mantener estos sueños positivos y orientados a
objetivos y resiste la tentación de soñar despierto sobre cosas negativas y
dañinas.
Tomada de:
0 comentarios:
Publicar un comentario